Papa (1119-1124). Llegó a un acuerdo con Enrique V de Alemania, materializado en el concilio de Worms, en 1122, para poner fin a la querella de las Investiduras, que enfrentaba a los seguidores del papa, conocidos como güelfos, y los del emperador, los gibelinos. De esta manera se reconocía la potestad del Papa para elegir los obispos y abades, y al mismo tiempo se daba al emperador el derecho a dar su consentimiento antes de la consagración, al tiempo que era él quien concedía la investidura de los bienes temporales, las regalías. Con ello, el emperador conservaba el poder terrenal sobre las posesiones de los obispados y las abadías. A continuación, Calixto II participó en el primer concilio de Letrán, en el cual se refrendaron los acuerdos de Worms
(Xàtiva, España, 1378-Roma, 1458) Papa (1455-1458). Miembro de una influyente familia originaria de Xàtiva, en 1429 fue nombrado obispo de Valencia y en 1444 obtuvo el capelo cardenalicio. Cuando fue elegido Papa, con el nombre de Calixto III, tenía una edad muy avanzada. El mismo año de su elección promulgó una bula en la que predicaba la cruzada contra los turcos, que dos años antes se habían apoderado de Constantinopla. También inició la revisión del proceso contra Juana de Arco y canonizó a San Vicente Ferrer. Su pontificado se caracterizó por el acceso de muchos de sus familiares a altos cargos de la curia papal, lo que atrajo contra los «catalanes» la hostilidad de las familias de la oligarquía romana, entre las que se encontraban los Orsini. A su muerte se desencadenó una persecución feroz contra sus familiares y seguidores